martes, 13 de julio de 2010

El MOBA y yo

Me gustaría ir a muchos sitios.
A la ciudad de Petra, al Gran Cañón, al Milford Sound en Nueva Zelanda, a Jerusalén, al vestuario de los Pistons en el 89, a los monasterios de Metéora, a Florencia, a un discurso de Obama, al parque de Yosemite, al casino de Montecarlo (y que por fin me dejen pasar), a Lanzarote sin hoteles, a San Petersburgo, a Babilonia, al late-show de Jay Leno, a San Sebastián sin banderas, a la tumba de Elvis (por dentro), a Venecia, a Estambul, a un concierto de Sam Cooke, a la Lisboa de Pessoa, al Palacio de Potala en el Tíbet, a 1966, a Metropolis de día y a Gotham de noche, a la bahía de Halong, a Nueva Orleans mil veces más, a la Atenas platónica, a Praga (sobrio esta vez), al Amboseli en Kenia, al mejor hotel de Granada, al casting del biopic de Traci Lords, a Candem Town, a la Roma de Augusto (versión HBO), al Valle de los Reyes, a Caracas veinte años después, al dormitorio de Natalie Portman, a las playas de Los Roques, a Lugo en 1974, al Brasil de los Tropicalistas, a Atlantic City, al plató de Frasier, a las Olimpiadas de Madrid, a México D.F, al Springfield de los Simpson, a donde quiera que vaya Fiona Apple ...
Hay miles de sitios a donde quisiera ir. Miles. Pero a ningún sitio deseo ir tanto como al MOBA.

El MOBA (Museum of bad art) es el único museo del mundo dedicado a la colección, preservación, exhibición y celebración del mal arte en todas sus formas.
Se encuentra en el sótano del Dedham Community Theater (justo al lado del baño de caballeros) en la ilustre localidad de Dedham,Massachusetts. El lema del museo es "Arte demasiado malo para ser ignorado", y lleva a cabo una impagable labor de recolección y difusión de lo más ridículo y feo que el hombre y sus ínfulas pueden perpetrar.
Es, sin duda, mi museo favorito de todos los tiempos. No existe poder humano o divino que pueda impedir mi peregrinación a Dedham tarde o temprano.
Nada me sensibiliza tanto como la belleza que quiso ser y no fue. Lo certifican horas de llanto ante el espejo. El MOBA es el templo de los talentos extraviados.
El MOBA es mi templo.



http://www.museumofbadart.org/

sábado, 10 de julio de 2010

El último mago

Me interesan sobremanera las opiniones de John Maynard Keynes.
Y no sólo porque me hacen quedar bien en las tertulias de terraza. Es que realmente creo que el hombre fue un prodigio. En gran parte, claro, por su asombrosa capacidad de asimilación, depuración y creación de teorías socio-económicas; pero lo que realmente me alucina es su vasto y clarividente conocimiento del hombre y del mundo. Del pasado, del presente y del futuro. Su talento era tal que Bertrand Rusell llegó a decir que Keynes era la persona más inteligente que había conocido y que habitualmente se sentía estúpido a su lado.
Bertrand Rusell, ese zote.
Me impresiona tanto la erudición y el talento de Keynes que estoy incluso más interesado en sus pasiones que en su doctrina.
¿Y cuáles eran las pasiones de John Maynard Keynes? La pintura modernista del grupo de Bloomsbury, el Teatro (financió el Teatro de Artes de Cambridge), la literatura y, por encima de todo, Isaac Newton.
Keynes estaba fascinado por los manuscritos de Newton. Hasta el punto que luchó toda su vida por adquirir tantos como fuera posible, para estudiarlos con minuciosidad y deleite. Defendía la idea de que Newton estaba aún más interesado en la Alquimia y la Teología que en las Matemáticas y la Física, y que así lo reflejaban sus escritos, a poco que se profundizara en ellos.
Ciertamente Newton fue un alquimista obsesivo. Desde adolescente desconfiaba de la medicina tradicional y creaba sus propios medicamentos, lo que seguramente explica su caracter neurótico, sus depresiones y sus brotes de paranoia. Aunque quién sabe si fueron sus brebajes mágicos los que llevaron a convertirse en el científico más importante de todos los tiempos.
En cualquier caso, el interés de Newton por la alquimia estaba en sintonía con su empeño de trascender el mecanicismo de observancia estrictamente cartesiana que todo lo reducía a materia y movimiento y llegar a establecer la presencia efectiva de lo espiritual en las operaciones de la naturaleza.
Las obras alquimistas de Newton fueron firmadas bajo el seudónimo de Jeova Sanctus Unus (Jeová único dios), no tanto para ocultar su identidad (la práctica de la alquimia era ilegal en la época) como por sus convicciones arrianistas que le llevaban a creer en un único y compacto Dios Padre, lo suficientemente orgulloso de sí mismo como para evitar desdoblarse en tres (aunque esta última frase es mía, Newton la hubiera firmado justo antes de abofetearme).
Esta creencia llevó al genio a afirmar que la Iglesia Católica era la bestia del Apocalipsis, y tras sesudos cálculos sobre el día del juicio final llegó a la conclusión de que el mundo no se acabará antes de 2060. Teniendo en cuenta que esta predicción viene del mismo tipo que describió la ley de gravitación universal, estableció las bases de la mecánica clásica y desarrolló el cálculo matemático, puedo estar seguro de que si controlo el colesterol llegaré a cumplir los 86.
¿Acaso voy a dudar yo de quien el insigne Lord John Maynard Keynes dijo:
"Isaac Newton no fue el primer hombre de la era de la razón.
Isaac Newton fue el último mago
".

viernes, 9 de julio de 2010

Viver não é necessário; o que é necessário é criar

Mis poetas favoritos son tres. La Santísima Trinidad de los versos do drama em gente:

1:Alberto Caeiro. Nacido en Lisboa en 1889.Más pensador que poeta.Pensador positivista,desde luego.Vivió prácticamente toda su vida en una pequeña aldea portuguesa.Rubio,ojos azules,tuberculoso.Representa la ruptura con el saudosismo portugués.No sé lo que el saudosismo,pero no importa. Caeiro es la antítesis de la poesía religiosa y metafísica.Un objetivista absoluto.

El misterio de las cosas,¿dónde está?
¿Dónde está que no aparece
por lo menos para mostrarnos que es un misterio?
¿Qué sabe el río de eso y qué sabe el árbol?
Y yo,que no soy más que ellos, ¿qué sé de eso?
Siempre que miro a las cosas
y pienso en lo que los hombres piensan de ellas,
me río como un regato que suena fresco en una piedra.
Porque el único sentido oculto de las cosas
es que no tienen sentido oculto.
Es más extraño que todas las extrañezas
y que los sueños de todos los poetas
y que los pensamientos de todos los filósofos,
que las cosas sean verdaderamente lo que parecen ser
y no haya nada que comprender.

Sí,he aquí lo que mis sentidos han aprendido solos:
las cosas no tienen significación:tienen existencia.
Las cosas son el único sentido oculto de las cosas.

2.Ricardo Reis. Natural de Oporto,donde nació en en 1887. Latinista por educación ajena y semihelenista por educación propia.Era alto,fuerte y seco. Todo lo contrario que sus versos. Emigró a Brasil porque decía no aguantar la república portuguesa. Dicen que es el poeta que a Pessoa le habría gustado ser. Y a mí.

¡Tan pronto pasa todo cuanto pasa!
¡Tan joven muere ante los dioses cuanto
muere! ¡Todo es tan poco!
Nada se sabe,todo se imagina.
Circúndate de rosas,ama,bebe
y calla.El resto es nada.

Si recuerdo quien fui,me veo otro,
y el pasado es presente en el recuerdo,
quien fui es alguien que amo
aunque en sueños tan sólo.
Y la añoranza que a mi mente aflije
mía no es ni del pasado visto,
sino de quien habito
tras los ojos ciegos.
Nada,sino el instante,me conoce.
Nada es recuerdo de mí mismo,y siento
que quien soy y quien fui
son sueños diferentes.

3.Álvaro de Campos. Un vanguardista discípulo de Caeiro.Nació en Tavira en 1890,se graduó de ingeniero naval en Glasgow y pronto se retiró a Lisboa,donde llevó una vida inactiva.Era un alto y moreno judío portugués que usaba monóculo(con acento).Muy influenciado por Walt Whitman.Era bisexual y sadomasoquista.Y tal vez por eso,autodestructivo.

No sé sentir,no sé ser humano,convivir
desde dentro del alma triste con los hombres mis hermanos,en
la tierra.
No sé ser útil ni siquiera sintiendo,ser práctico,ser cotidiano,
nítido,
tener un sitio en la vida,tener un destino entre los hombres,
tener una obra,una fuerza,una voluntad,una huerta,
una razón de descansar,una necesidad de distraerme,
algo venido directamente de la naturaleza a mí.




(En las palabras del Credo de Atanasio: ‘el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios, y sin embargo no hay tres Dioses, sino un solo Dios’.)

jueves, 8 de julio de 2010

13 películas de prestigio que no he visto pero no lo reconozco

13. Rashomon de Akira Kurosawa
12. El gabinete del Dr.Caligari de Robert Wiene
11. El bazar de las sorpresas de Ernst Lubitsch
10. Roma, cittá aperta de Roberto Rossellini
9. Barry Lyndon de Stanley Kubrick
8. Los olvidados de Luis Buñuel
7. Mean Streets de Martin Scorsese
6. City Lights de Charles Chaplin
5. La dama de Shangai de Orson Welles
4. Persona de Ingmar Bergman
3. She wore a yellow ribbon de John Ford
2. Amarcord de Federico Fellini
1. El mago de Oz de Victor Fleming

martes, 6 de julio de 2010

Fútbol en trascendente

Me temo que este post va a quedar desactualizado en muy pocos días, pero no puedo resistirme a escribir sobre la selección de fútbol de la nación todavía conocida como España.
Posiblemente sepas que se trata de un equipo que ha alcanzado por primera vez en su historia las semifinales de un Campeonato del mundo y tal vez- sólo tal vez- esté camino de convertirse en un combinado legendario.
Lo que es evidente es que a día de hoy los 23 componentes de esta selección son las 23 personas más observadas, escrutadas, respaldadas y, probablemente, deseadas del país. ¿Esto es bueno o malo? ¿Nos hace mejores o peores?, ¿más listos o más tontos?
No tengo ni idea.
Pero en un pretencioso intento de dotar de magnificencia intelectual a los componentes de este equipo de nuestros desvelos, he pasado las últimas horas intentando encontrar una relación mínimamente plausible entre estos jugadores y algunos de los más influyentes pensadores occidentales de siempre.
Por puestos:
Me parece obvia la relación que la obra de Baruch Spinoza tiene con el comportamiento deportivo y social del portero llamado Iker Casillas.
Spinoza es famoso por creer que todo lo que ocurre en la realidad es una manifestación necesaria de la divinidad y que, por tanto, ignoramos las causas reales de nuestras acciones. Esto casa a la perfección con el determinismo que parece guiar la carrera de Casillas y sus intervenciones providenciales (en el sentido más literal) y con su incapacidad para explicar la fortuna y la oportunidad de las acciones que protagoniza, siempre decisivas y trascendentales.
El lateral derecho Sergio Ramos parece haber estudiado a fondo la obra del pensador francés del siglo XVIII, Jean -Jacques Rousseau. Este estableció la teoría del “buen salvaje”, en referencia al estado original del hombre que vive una solitaria y apacible existencia, preocupado tan sólo por satisfacer sus necesidades inmediatas y sin ningún apego a la disciplina, previsión o cualquier aspecto de la existencia social. Sin embargo, según Rousseau, en cuanto el individuo comienza a vivir dentro de un grupo social su libertad se ve limitada y debe encontrar una fórmula para actuar de acuerdo a la voluntad general del grupo.
Esta teoría debe haber influido poderosamente en Sergio Ramos, un “buen salvaje” que disfruta gozando de su libertad por la banda sin atender sus obligaciones con el grupo, pero que gracias a la experiencia de la convivencia toma conciencia de que debe conciliar sus obligaciones defensivas con el galope en libertad.
Hay una conexión entre el estilizado central Gerard Piqué y el gran filósofo británico David Hume que no puedo obviar de ninguna manera. En sus reflexiones sobre la identidad personal, Hume plantea que aunque estemos convencidos de que somos la misma persona de hace 5 o 10 años, no podemos encontrar nada que justifique esa idea. Un “yo” –dice Hume- es un “manojo de percepciones” en constante cambio, pero no un “yo” duradero. Por tanto , ese “yo” es tan sólo una “ficción oportuna”.
Esta teoría bien pudo haber sido decisiva en la transformación de Piqué en uno de los mejores centrales del mundo, cuando hace apenas cuatro años no era más que un rígido defensa con tendencia al sobrepeso que calentaba banquillo en el Manchester después de ser despreciado por el Barcelona. Piqué, probablemente, mutó de un yo frustrado a un yo dionisíaco, con un efecto decisivo en la autoestima que tan evidentemente se refleja en los campos de juego cuando su yo actual sale al corte con la elegancia clásica de los líberos sobrados de talento y audacia.
El mediocentro Xabi Alonso, organizador primario del juego de la selección española, desprende un conocimiento del juego que practica y una visión global tan precisa sobre sus peculiaridades espaciales que parece un alumno aventajado del idealista alemán Inmanuel Kant. En sus reflexiones sobre la estética trascendental contenidas en la Crítica de la razón pura, Kant afirma que para que las sensaciones sean referidas a objetos externos, o alguna cosa que ocupe un lugar distinto del nuestro, y, asimismo, para poder entender los objetos como exteriores los unos a los otros, como situados en lugares diversos, es necesario que tengamos «antes» la representación del espacio, que servirá de base a las intuiciones. El espacio, argumenta Kant, no puede ser un concepto del entendimiento puesto que los conceptos empíricos se elaboran sobre los objetos ya intuidos de forma sensible en el espacio y el tiempo; el espacio, como intuición, es anterior a cualquier intuición de objeto.
Claramente, Xabi Alonso piensa en el balón de fútbol y lo valioso de su posesión como bien preciado en el espacio predeterminado de la cancha de juego cuando lee a Kant y su referencia al objeto y su intuición.
Andrés Iniesta, ese pálido y taciturno manchego que oficia de interior izquierdo, representa todo lo que el influyente psicólogo humanista Abraham H.Maslow considera paradigma de un “autoactualizado” clásico.
El concepto de autoactualización de Maslow se define como la posibilidad de utilizar todo el potencial de una persona . Se refiere a que sólo unos pocos pueden “llegar a ser todo lo que uno es potencialmente capaz de llegar a ser”. Para alcanzar un estado completo de autoactualzación es necesario ser creativo, hábil para resolver los problemas y haber vivido al menos un momento cumbre (momentos de extrema felicidad y satisfacción con capacidad para cambiar una vida para siempre). ¿Es necesario recordar el mítico y decisivo gol de Iniesta contra el Chelsea para ejemplificar mejor un momento cumbre inapelable? Y desde luego, hábil y creativo no son adjetivos que casen precisamente mal con el pequeño gran centrocampista.
La agónica y cada día más dolorosa lucha del delantero Fernando Torres contra sí mismo está definida con precisión por uno de los filósofos más influyentes y revolucionarios del siglo XX: Martin Heidegger.
El pensador alemán es muy crítico con el pensamiento metafísico determinante, con la saturación de discursos que dicen lo que somos y lo que tenemos que ser, que dogmatizan. Para él la existencia humana no se da en el aire sino en el mundo y, por lo tanto, presupone siempre un contexto —un contexto histórico, social, político, epistemológico, ético, moral, etc, que despliega y al mismo tiempo limita sus modos de ser.
El delantero Torres es prisionero de los dogmas, de la suposición metafísica de que debe comportarse siempre como lo hizo en un contexto concreto e irrepetible. Parece condenado a vivir atrapado en el Prater de Viena goleando a Alemania. Es un bucle autodestructivo, porque está hecho de apariencia y no de realidad. Heidegger argumentaba que el Dasein (modo de ser) no puede ser siempre el mismo. Su esencia consiste en su existencia, en su tener-que-existir. Fernando Torres tiene que aprender a existir de nuevo. Sólo entonces llegaran los goles.

Podría extenderme reflejando las muy obvias similitudes entre el juego asociativo de Xavi Hernández y las teorías de Thomas Hobbes, o la ascendencia de Nietzsche sobre David Villa que tantos réditos está dando en el Campeonato del Mundo de Sudáfrica... pero corro el riesgo de que termine el mundial antes que el post.
Se trata de combatir la idea de que el fútbol es sólo un juego. Es más que eso: Es un escenario perfecto para mirarnos de cerca en un contexto de confrontación amistosa y apasionada. Lo suficientemente irracional para ser verosímil y lo suficientemente ingenuo para ser trascendente.
Oé oé oé.