lunes, 21 de junio de 2010

Marvin Hagler, siempre de pie


El próximo 27 de septiembre se cumplirán 30 años de la pelea que coronó al gran Marvin Hagler rey de los Pesos Medios.
Si el boxeo no se hubiera despeñado irremisiblemente en las últimas dos décadas hacia la clandestinidad, la fatuidad y el caos organizativo ( pasando directamente de decadente a degradante), la figura de Hagler hoy se celebraría con reverencia.
No tenía el carisma de Cassius Clay, ni el aura mítico de Joe Louis, tampoco la gracilidad del prodigioso Sugar Ray Robinson, pero Marvelous Martin Hagler fue un talento singular en una época irrepetible. Era un boxeador intelingentísimo, valiente pero nunca temerario y que, por encima de todo, poseía un encaje como pocos en la historia del boxeo. Era granítico. Hasta tal punto que jamás se fue a la lona en toda su carrera. Ni una sola vez. Ni el mismísimo Rocky Marciano pudo presumir de algo así.
Pero para mantenerse en pie 67 peleas como profesional tienes que tener algo más que una mandíbula de metal. Necesitas las piernas pétreas y fibrosas que Hagler se moldeó en durísimas sesiones de entrenamiento. Se recluía todo el invierno en moteles cerrados por fin de temporada en Cape Cod, en la gélida costa de Massachusetts. Allí llevaba la resistencia de su cuerpo hasta extremos casi inhumanos: corría decenas de kilómetros a diario calzado con unas aparatosas botas militares. Decía que correr con zapatillas de deporte era “ cosa de nenazas”.
Me lo apunto.
Lo que es evidente es que los alardes de Marvin no fueron en vano. Su espectacular físico (tal vez el más esculpido y uno de los más estéticos de la historia del boxeo) le valieron para mantener el cetro mundial durante 7 años a través de doce peleas durísimas contra rivales que eran cualquier cosa excepto paquetes a sueldo de promotores solícitos.
Y es que lo que hace todavía más grande a Hagler es que formó parte de una generación de pesos medios sin parangón en la historia. El cuarterto que formó junto a Tommy Hearns, Sugar Ray Leonard y Roberto “Mano de piedra” Durán aún pone la piel de gallina a los aficionados al boxeo digno de ese nombre. Prácticamente todas las peleas en las que se enfrentaron los miembros de este cuarteto prodigioso se consideran obras maestras del pugilismo. Vestigios de un pasado glorioso que nunca volverá.
La pelea entre Hagler y el martillo pilón de Tommy Hearns en 1985 es considerada como una de las más salvajes, competidas, duras y apasionantes de todos los tiempos. Ha pasado a la historia con el calificativo de “The War” y lo único que puede decirse en su contra es que la guerra acabó demasiado pronto: Marvin mandó a la lona a Hearns en el tercer asalto tras una portentosa exhibición de jabs de peso pesado y piernas de gallo. Memorable




Durán y Leonard fueron rivales encarnizados en el peso Wélter, categoría en la que dirimieron la supremacía en varias peleas carnales, igualadísimas y muy sucias que concluyeron con el famoso “No más” del panameño Durán en el octavo asalto de un mítico combate en Nueva Orleans en el 80.
Con los años, ambos púgiles ganaron el peso necesario para retar al gran Hagler en la categoría de los medios.
Roberto Durán lo hizo en 1983. Fiel a su estilo agresivo y tenaz fue el primer rival que resistió 15 asaltos a Marvin en sus defensas del título, y fue el ganador virtual del combate hasta el round 12. A partir de ahí, el corazón y la inteligencia táctica del campeón consiguieron darle la vuelta a la pelea.
El enfrentamiento con Sugar Ray Leonard en 1987 tuvo, sin embargo, un desenlace muy diferente.
Leonard, que nunca había competido como peso medio y venía de casi cinco años de retiro, planteó una pelea muy táctica, muy huidiza. Sabía que no tenía apenas opciones con Hagler si le dejaba desplegar toda su técnica y explosividad así que decidió jugar al desgaste.
Y le salió bien. Aunque la decisión de darle como ganador a los puntos sigue siendo muy contestada por aficionados y especialistas 23 años después, el viejo zorro Leonard despojó a Marvin Marvelous Hagler de su corona de los pesos medios tras siete años de magisterio.
Hagler nunca quiso revancha. Se fue con su mujer italiana a Palermo y nunca volvió. Allí siguen. Dicen que habla mejor italiano que inglés y que sigue conservando un físico espectacular.
Se cumplen treinta años de su asalto al título de los pesos medios. La perspectiva necesaria para investirle con el único título que realmente le hace justicia: el del mejor boxeador de SIEMPRE ( al que nadie nombra NUNCA).

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Excepcional artículo. Nota: Hagler pidió varias veces la revancha y Leonard nunca se la dió. Normal....

Anónimo dijo...

el mas grande ,como monzon ,pero este maravilla inteligente y veloz brindo a tu suerte

Anónimo dijo...

De los 04 mencionados, considero que de lejos fue el mejor: tecnico, tactico, fajador, frontal y de buena asimilacion.

Anónimo dijo...

Era sorprendente la asimilacion

Anónimo dijo...

Marvin, el mas grande de la historia. Le rovaron la ultima pelea con Leonar.

Anónimo dijo...

lejos es el mejor ray siempre supo que perdio ,y nunca le dio la oportunidad ,meravelus es y sera total ,el mejor

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