miércoles, 11 de agosto de 2010

Los secretos mejor guardados del rock'n'roll (I)

¿Te gustan los teclados que suenan en el Tomorrow the green grass de los Jayhawks?

¿O en la serie American Recordings de Johnny Cash?, ¿o en Faust de Randy Newman?, ¿o en Extraordinary machine de Fiona Apple?, ¿en Rattle and Hum de U2?, ¿en Gold de Ryan Adams?, ¿en Who's zooming who de Aretha Franklin?, ¿en Dust de Screaming Trees?, ¿en Damn the Torpedoes de Tom Petty?, ¿en Bachelor No.2 de Aimee Mann?, ¿en Mistery Girl de Roy Orbison?, ¿en Transcendental Blues de Steve Earle?, ¿en Drop down and get me de Del Shannon? ¿en Meaningless de Jon Brion?, ¿en 12 Songs de Neil Diamond?, ¿en Shot of love de Bob Dylan?, ¿en Join the parade de Marc Cohn?, ¿en Too tough to die de los Ramones?, ¿en Voodoo Lounge de los Rolling Stones?, ¿en Transverse City de Warren Zevon?, ¿en Revival de John Fogerty?, ¿en Tennessee Pusher de Old Crow Medicine Show?, ¿en Spike de Elvis Costello?, ¿o en I and love and you de los Avett Brothers?

¿Te gustan?

Pues los pianos, órganos, harmoniums, vibráfonos, hammonds y teclados varios que suenan en esos discos los toca este tipo:


Se llama Benmont Tench. Nació en Gainesville, Florida, donde conoció a los catorce años a Tom Petty en una tienda de discos. Con este formaría Mudcrutch, la banda que poco después se convertiría en Tom Petty & the Heartbreakers.
No tuvo que pasar mucho tiempo para que Tench se convirtiera en el tecladista más reputado y solicitado en la escena rockera. La lista de álbumes de ahí arriba habla por sí sola. Muchos le consideran uno de los instrumentistas más talentosos de la historia del rock americano. Pero no esperes ver su cara en la Rolling Stone.
De hecho, ni siquiera esperes ver su nombre.

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